miércoles, 16 de julio de 2008

La cautiva


Hay una imagen recurrente en la historia, la literatura, la pintura argentina. Y es la imagen de "la cautiva". La cautiva: mujer, blanca, cristiana, europea capturada por los salvajes, por el malón, que la arrancan de la civilización.
Los primeros escritos de cautivas se remontan a los tiempos de la misma fundación de Buenos Aires, de la pluma de uno de los cronistas de Don Pedro de Mendoza, Ruy Díaz de Guzmán, quien, a modo de mito de origen, relata la dramática captura de Lucía Miranda por parte de los Timbúes. Mangoré, cacique principal Timbu, sufre un desordenado amor por Lucía, y decide romper el pacto de convivencia con los españoles, por medio del cual, los proveían de alimentos. El orden colonial que pretendían los invasores (conquistar a los salvajes en nombre del Señor a cambio de alimentos) se ve traicionado. Mangoré decide atacar el fortín español (minga te voy a devolver a la Lucía, dicen que decía) en contra de la voluntad de su hermano Siripo, que pretendía restablecer la amistad, y argumenta esta decisión considerando que los españoles usurpan ilegítimamente el territorio, y que están sometiendo a los indígenas a la servidumbre. En este primer relato, entonces, se reconocen pactos, y la razón americana de la ruptura se revela en un contexto de irracional pasión amorosa.
En 1883, finalizada la campaña de Roca, y en tiempos de construcción del estado nacional, Celestina Funes reescribe el mito, pero ahora en otros términos, demostrando la total imposibilidad de establecer pactos con los salvajes y bárbaros, quienes nada tienen para aportar a la civilización y a la construcción del granero del mundo, por lo tanto, su exterminio definitivo es absolutamente entendible y necesario.
Otras cautivas aparecen en la literatura, como figuras que sirven de enlace entre dos mundos, revelando el terror de los intelectuales ante la barbarie indígena

¿Dónde va? ¿De dónde viene?
¿De qué su gozo proviene?
¿Por qué grita, corre, vuela,
clavando al bruto la espuela,
sin mirar alrededor?
¡Ved que las puntas ufanas
de sus lanzas, por despojos,
llevan cabezas humanas,
cuyos inflamados ojos
respiran aún furor!
Así el bárbaro hace ultraje
al indomable coraje
que abatió su alevosía;
y su rencor todavía
mira, con torpe placer,
las cabezas que cortaron
sus inhumanos cuchillos,
exclamando: -"Ya pagaron
del cristiano los caudillos
el feudo a nuestro poder.

El mito de la cautiva, se escribe y se reescribe. Se inscribe en distintos contextos, tironeando entre la civilización y la barbarie. La cautiva, esa mujer, blanca, cristiana, civilizada se debate entre la cultura y el malón. Y parece que hoy, el nombre de la cautiva, es Democracia (patria me suena demasiado rimbombante) Y tiene que elegir. Entre los blancos, de abuelos inmigrantes que bajaron de los barcos como se regodea en definir el blanco, rubio y de ojos celestes De Angelis, o el malón, que enloquece de amor y es capaz de defenderla a punta de lanza, en un acto irracional.

10 comentarios:

Ulschmidt dijo...

Este es uno de mis temas favoritos, Laura !! Me alegro que le guste.
No viene al caso pero escribí dos post sobre Lucía tiempo ha, y me fuí a Puerto Gaboto una vez, locación actual donde se supone ocurrió todo el mitológico enredo. Aún hay estaciones de ferrocarril que se llaman "Mangoré" por allí.

Anónimo dijo...

Doña Laura, su blog está encontrando su voz.
PS: acordate del cuento de Borges en el que la cautiva inglesa elige volverse al desierto. (¿Es el que nombra a Droctulf el longobardo?). Y del cacique Mariano Rosas, que es el caso exactamente inverso. (Ahora no me acuerdo el nombre verdadero, el ranquel).

Anónimo dijo...

Sí Laura, cautivos hemos quedado los argentinos, como una mujer, de estos pocos que usurparon el mito del campo, que se apoderaron de la palabra patria, y que nos quieren hacer sentir sus espuelas nazarenas sobre los lomos sin silla de nuestras espaldas. Son las once y veinticuatro de la noche. Hay una vigilia espesa esperando saber si la guillotina cae sobre nuestras cabezas, o nos dejan respirar un poco por un rato más.

Laura dijo...

Leí mucho y tabajé bastante el tema de las cautivas (y los cautivos)y también me parece fascinante, por todo lo que articula. Tal vez lo retome en otro momento, y en otras circunstancias Buscaré sus post, don U y extemporáneamente le comentaré. Me parece interesantísimo lo de las estaciones de tren Mangoré.
Cine: Lo de Mariano Rosas, es tal cual ud dice (claro, nunca se nombra a los indios traídos a la ciudad como cautivos, pero qué eran sino cautivos, reducidos a servidumbre? Creo que alguna vez le conté que tengo una amiga que escribió bastante sobre Rosas. Si consigo que me pase los artículos, se los mando. El cuento de Borges que nombrás es La historia del guerrero y la cautiva, y pone como en espejo la historia de Droctulft y de la cautiva de Yorkshire, en el que una vez mas, asombra dando vuelta la historia esperable.
Eva: siendo la tarde después, y con la cabeza despegada del cuerpo, digo, cual Antonieta en rebeldía: vayanse a cagar! Estoy muy enojada, herida, y en pie de guerra. Esperemos, porque no se van a quedar tranquilos. Vienen por más

El Canilla dijo...

Hermosa imagen y la metáfora...excelente !
Y si,hay que estar atentos ya que por errores propios, el GN ha nombrado, le ha dado existencia a un enemigo que va a resultar complicado.

rene orlando dijo...

Ema, la cautiva, elige al malón y no se arrepiente. Con los irracionales beberá sidra de loto, andará por la nieve, cazará con flechas de bambú y, entre ellos, se harán cosquillas con plumas de faisán.

Charlie Boyle dijo...

"Me voy, le dije," (a la cautiva)"Ande quiera, aunque me agarre el Gobierno, pues, infierno por infierno prefiero el de la frontera."
Es la cautiva la que hace a Fierro volver a la civilización, de algún modo Fierro rescata a la mujer y se rescata de la Brbarie, ni la mujer ni él, también cristiano criollo, pertenece al otro lado de la frontera, al de la civilización.
Su figura de la cautiva no es otra que La Reública, no la democracia. La democracia es el gobierno de la república y la república es el cuerpo de la cosa nuestra y pública. Por eso nunca puede ser disputada por la barbarie, porque no le pertenece. Lo nuestro es de tradición europea, blanco y cristiano, nada que no responda a ese imaginario puede pretenderla. De hecho entrenosotros nunca sría cautiva.
Porotro lado lo demoníaco de del indígena, lo malo burdo, extrangero-extraño-barbaro del indígena, excelsa la imagen virginal, blanca, e impoluta de la Cautiva. En el mito, el indio es casi la parte fundamental, sin dindio no hay cautiva, no hay ellos y nosotros, no hay identidad ni identificación.
HAy datos que los indios, tenían tantos esclavos españoles (europeos) como los indiso que eran esclavos de los españoles. Los españoles venían vestidos y las vestimentas españolas eran muy codiciadas por los pueblos originarios.
Lo mas loco que esta historia duró por estos territorios mas de 300 años,muchos mas que los de la república, tantos que al momento de la independencia la articulación de los pueblos era casi total. En la historia de la patagonia de Navarro Floria cuenta que la conquista del desierto fue como un plan condor p;ara la región, tanto que la pategonia luego de la conquista empezó a funcionar a lo largo del mapa, y no transversalmente como había sido hasta entonces.
Saludos, muyyyyy buen post.

Goliardo dijo...

el indio es un bárbaro
Sigún dijo “tilingulita”,
Hay que dejar la tropilla
Los “monto” son gauchos malos,
Hay que poner “gringos blancos”
que manejen buena guita.

Mal lo enseñó el escritor
Domingo Faustino Sarmiento.
-Hay que sacar a los negros
A los gauchos y los indios;
Hay que poner a los lindos
Eso dice el “Progreso”.

Pior suerte corrió el indio
En tierra quedó su dignida
Con su Madre habrán d´ estar
-Pues esta es la Madre mía-
Ansí me dijo mi china
A la que supe querer amar.

A la guerra del indio bagual
Malón salvaje le decían,
muchas balas les metían
Por la espalda, por traición,
Y en más de una ocasión
Hasta la Biblia le leían.

Las cautivas eran parte de una táctica militar, en la vuelta del malon se nota cierto criterio romantico.

Nerd Progre dijo...

Hola Laura,

Simplemente quiero felicitarte nuevamente por el blog. Vi en otro comentario tuyo en un blog (no sé si el de Eva) donde decías que no te considerás peronista pero que sin embargo estuviste en las sucesivas plazas (yo también) y que mirabas con envidia a los que hacían la V y cantaban la marchita. Yo también. :)

Hay algo que es cierto y es que en las sucesivas plazas no estaba solo la "militancia peronista" estabamos todos. También los que no portamos "gorro bandera y vincha", pero que acompañamos un proyecto o una idea de país.

FC
PD: Perdón por colgar esto acá que ya sé no está relacionado con el tema del post pero no sabía dónde dejarlo. ;)

Anónimo dijo...

me pueden decir una metafora, analogia y antesis de la cautiva de la primera parte. gracias :)