sábado, 18 de mayo de 2013

Nunca descanses...

Ha pasado mucho tiempo desde la última entrada. Muchas cosas. Pero ayer murió el asesino. He dedicado, en estos años, varios post a estos animales. No podía dejar de postear.
Lo he puteado tantas veces, he deseado su muerte otras muchas. Me pregunté a lo largo de los años qué sentiría cuando realmente se muriera....
 Ahora, que sólo es un despojo, al que millones de seres humanos maldicen, no siento nada. Ni alegría, ni tristeza. Sólo la tranquilidad de saber que murió en una cárcel común. Que los otros presos no derramaron una lágrima por él. Que su cuerpo fue retirado de un pabellón como una bolsa de basura que empieza a heder (más fuerte)
No creo en el cielo y el infierno. Simplemente, él no está más. Es su contribución al mejoramiento del medio ambiente. Nada más. Nunca más