sábado, 22 de octubre de 2011

Acá estamos...



Mucho tiempo sin escribir hace que una pierda la práctica. Deja de pensar de manera blogueril. Deja de encontrar, en cosas pequeñas o acontecimientos importantes, un post para compartir. La cabeza va por otro lado, y, tal vez, satisface la necesidad de “comunicar” en charlas con compañeros, amigos, peleas en la verdulería o abrazos con quienes los rodean. Y más aún, si una tiene etapas de “mujer ostra que se encierra un poco antes de asomar.

Pasé mucho tiempo, es cierto, sin escribir. Tampoco comenté en otros blogs, hubo días enteros que ni siquiera leía blogs. Lo más probable es que esta entrada sea leída por algún distraído. La falta de “presencia” hace que nos vayamos diluyendo, cual vapor que sale del agua de la pava…

Sintéticamente: me volví a mudar, estuve muy ocupada con trabajos, pero preocupada sobre todo por encontrar primero, y convertir después mi nueva casa en “mi” (nuestra, en realidad, ya que somos un núcleo duro de una más dos, que se van trasladando demasiado seguido en los últimos años) Las mudanzas agotan, desgastan, agitan, y también, renuevan. Ya instalados, estamos buscándole la vuelta al espacio, a los ruidos, los olores, la luz, que entra sin filtro muy temprano en la mañana….Es increíble lo que sucede con la luz. En el departamento “viejo” las enormes ventanas tenían persianas que casi nunca estaban cerradas completamente, pero por la ubicación del edificio, nunca jamás entró el sol plenamente. Había luz, pero no sol.

Ahora, no hay persianas y toda la distribución da al este, al río, al sol que invade desvergonzadamente desde que sale mi pequeño mundo…y nos cambia el humor. Me dí cuenta de esto al tercer día de estar acá. Me dí cuenta que me levanté de buen humor, no demoré en salir de la cama, y al cruzarme con Manu, escuché que estaba cantando…a las 7 de la mañana! Con los días, esto siguió. Ya no me quedo 10 minutitos más enredada en la almohada, me despierto y me levanto. Pongo la pava, tomo mate junto a la ventana, leo el diario y no siento ese malhumor y pesadez que me caracteriza por la mañana.

Bueh, seguiré contando los pequeños descubrimientos de una mudanza, pero hoy, sábado, además de empezar a encender los motores y dar una primera vueltita por el barrio de los blogs, quiero decir que mañana voto a Cristina. Con absoluto convencimiento. Sin dudas. Sin peros. Voto por un proyecto que nos devolvió la posibilidad de soñar. Que devolvió la sonrisa a muchos. Que nos convence de que es posible pensar en un futuro mejor.

Y que está ahí, cerca, que hay que laburar, que hay que ponerle el hombro, que hay que pelear, discutir, mejorar, y criticar, pero que está, y que muchas, pero muchas de las cosas que pensamos como parte de la utopía, ya son realidad. Que los comedores que le quitaban el hambre a los chicos se están vaciando, porque pueden volver a comer en sus casas (y no es una idea, es una realidad que disfrutan y cuentan, y viven a 30 cuadras de mi casa) Que muchos asesinos están en la cárcel, Que hombres y mujeres están tranquilos este fin de semana porque el lunes vuelven al trabajo. Que los viejos cobran su jubilación, y pueden ir a las Termas de Río Hondo por 2 pesos, o pueden pedir su antena digital con sólo llevar el recibo de jubilado al Correo. Que ciencia y tecnología son problemas de Estado, y no una cuestión marginal de soñadores… Y que ya no nos engañan ni mienten como a niños. Estamos creciendo, y aprendiendo a quitar máscaras.

No quiero aburrir ni poner toda la carne al asador en esta entrada. Sólo aclarar, voto a Cristina, y estoy muy feliz y convencida de hacerlo

2 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Puedes ausentarte cuanto quieras. A tu llegada, yo estaré aquí.
El otro día hablaron en el telediario de Cristina, de que está ganando por goleada.
Te recordé y me alegré.
El sol da energía extra.
Y levantarse con sol es el primer paso para ser feliz.

www.cada17.com dijo...

www.cada17.com

http://cada17.com/notas/los-barrios%20por-cristina-2011-militancia-en-los-barrios-para-que-participemos-todos.html