Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.
Hace algunos días, charlaba con un amigo que estuvo en Sudáfrica antes de las horribles "cazas de inmigrantes" que vimos por televisión. Le preguntaba cómo podía ser, cómo un pueblo sometido tanto tiempo....por qué. Contó entonces que había visto cómo aún los sudafricanos, los negros sudafricanos, eran excluídos de los trabajos, y eran discriminados por otros negros de países vecinos, que llegaban para trabajar. Es que durante el apartheid, los trataban como niños, como seres inferiores, incapaces de realizar tareas complejas. No podían dedicarse al comercio, ni tener estudios, ni realizar ninguna actividad técnica. Los, los cuadros intermedios técnicos y profesionales eran ocupados por los indios (de la India, claro) que eran más confiables para el régimen, transplantados desde su lugar de origen, formaban una especie de "colchón" entre los blancos y los negros. Y en los países vecinos, el problema es y fue siempre la pobreza, no hay trabajo, pero estas restricciones no existen. Las consecuencias actuales del apartheid (más allá por supuesto, de las aberraciones conocidas) tienen que ver con que los negros no han desarrollado "habilidades" laborales, son muy ingenuos, entonces, realmente cualquier extranjero está en mejores condiciones para trabajar que ellos. Los maltratan todos, los insultan, hay mucho alcohol y violencia....nada justifica esas cazas y persecuciones recientes, pero esta situación se veía venir....
Según La Nación, Miriam Makeba, la intérprete de "Pata pata" fue un emblema de la lucha contra el apartheid. Murió anteayer en Italia luego de cantar en un recital en respaldo del escritor Roberto Saviano, amenazado por la mafia napolitana por sus denuncias contra la organización en su libro Gomorra
Recibí un mail (reenviado) un poquito más completo, digamos:
San Cristóbal de las Casas, 10 de Noviembre de 2008
Estoy aquí en Chiapas, en San Cristóbal de las Casas.
Anoche, en pleno síndrome de abstinencia musical, entré a uno de esos sitios de Internet, donde uno elige un cantante o una cantante y comienza a escuchar su música seguida de otros interpretes que el sistema 'entiende' tienen que ver con el estilo elegido.
Escribí "Miriam Makeba", comenzó a sonar el tanta veces escuchado Pata pata, luego el sitio 'entendió' mal eso del estilo y lo relacionó con un interprete que nada tenía que ver con lo que buscaba. Cerré la página, y me quedé con la voz de "Mamá África" acompañándome.
Anoche, a muchos kilómetros de Chiapas, en Castel Volturno al sur de Italia, Miriam Makeba subía a un escenario luego de tres años de haberse retirado por problemas de salud. En esa misma ciudad, hace un mes, la camorra asesinó a inmigrantes africanos . Como ocurre en esos casos, la ciudad asocia su nombre al término 'masacre', y de esa manera nombramos lo que no podemos soportar, ni entender.
Pese a su débil estado, hizo el esfuerzo de cantar nuevamente contra el racismo, y en respaldo al escritor Roberto Saviano, quien denunció la trata de personas y el asesinato de migrantes en régimen de esclavitud, por lo que la camorra le hizo saber que no llegaría vivo al 2009.
Miriam Makeba cumplió con su compromiso vital . Subió al escenario en silla de ruedas, acompañada por su nieta. Cantó tres canciones, con las manos juntas; la última canción fue Pata Pata. Recibió una gran ovación del público, cerró los ojos y no volvió a abrirlos. Murió pocos minutos después en la clínica Pineta Grande.
A veces parece que, por incorporados, nos cuesta reconocer el valor que tienen las artistas y los artistas que con su compromiso ponen letra y música a nuestros sueños. Aquellas y aquellos que con sus denuncias nos sublevan, nos mueven a rebelarnos, nos hacen parte de una rebelión más grande y abarcativa, que supera lo personal.A mi juicio, Miriam Makeba era una de esas artistas que nos forman y movilizan. Que incorporamos rápidamente, sin darnos cuenta cuánto nos reveló, cuánto nos cambió, qué nuevos espacios de lucha nos abrió.Con la fuerza inmensa de su talento y su popularidad, fue un instrumento de Liberación y seguirá siéndolo...Sus canciones son territorio compartido, de lucha y de encuentro.Allí hoy le cantamos Malaika , na ku pende Malaika, la balada keniata que cantó como nadie.
En swahili Malaika es ángel, y "na ku pende', te quiero. Así es...
Fuerza insustituíble, a partir de hoy, andaremos el camino que hizo nuestro en compañia de su música, y la fuerza viva de su recuerdo.
Un gran abrazo,
Carlos D. PEREZCoordinador de REDHRed Solidaria por los Derechos Humanoswww.redh.org
Miriam Makeba era un "poco más" que la interprete del Pata pata. Era una imprescindible.
1 comentario:
Sat wuguga sat ju benga sat si pata pata
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