Aldo severi- 1979
Un mail, una película y una muerte. Tres elementos distintos y distantes entre sí que se combinan.
La muerte de Pérez Celis : miro fotos de sus pinturas, y leo comentarios pedorros sobre su vida y obra, escritos googleando para la ocasión. Pérez Célis era fanático de Boca.
Yo serví al rey de Francia: una hermosa película, basada el el libro de Bozumil Hrabal, un escritor checo cuyos libros leí hace un tiempo, libros que transmiten sensaciones físicas, de una gran capacidad descriptiva, con historias sencillas contadas en primera persona, que linealmente no tendrían mayor atractivo, sino ir conectando estas imágenes "sensitivas", profundamente humanas. Este libro en particular, narra la vida de un mesero antes, durante y después de la ocupación nazi en Praga, y la llegada del comunismo. Claro, dicho de esta manera, no convenzo ni a la madre del director....
Un mail de una ex alumna, en el que me cuenta que, la semana pasada, en el momento de entrar a dar un final del tercer año de su carrera, para el que se había preparado por semanas, decidió volverse a su casa, habló con sus padres, y se cambia de carrera. "en el momento de entrar, me acordé de lo que me dijiste cuando anotabas la nota en la libreta: te sacaste 10 en sociología, y 10 conmigo, pero tenes 5 y 6 en las materias específicas de tu carrera (Administración de Empresas) Estás segura? En ese momento te dije que me gustaba lo social, pero que quería estudiar administración. Vos me contestaste que siempre estaba a tiempo, me diste un beso, y me devolviste la libreta con una sonrisa. En todo este tiempo, no encontre a nadie que tuviera tu pasión al explicar. A vos te gusta lo que estudiaste. Ahora voy a estudiar lo que me gusta yo también. Gracias"
Entonces, con este cóctel, necesito escribir un pequeño homenaje a Aldo Severi. De las pinturas de Pérez Celis, salté a buscar qué era de la vida de Severi. Murió hace 3 años. No lo sabía. Y me puse a llorar...
Tenía 14 años, era el año 79, y Aldo Severi era el profesor de Pintura en la escuela. (Y sí, era la dictadura, cada uno se las rebuscaba como podía, y ser profesor de secundario era una actividad posible) Yo estaba enamorada de él. Un tipo muy grande para quien tiene 14 (ahora veo que tenía 50 en ese momento) un pintor reconocido (en Quilmes, mi mundo tupper en ese momento), fanático de Boca, los ojos más expresivos que he visto, y la pasión más increíble cuando tiraba líneas con tiza en el pizarrón, o nos explicaba cómo Van Gogh "yoxtaponía" el color puro (escribo ésto y recuerdo los movimientos de su mano en el aire, con un pincel imaginario, yuxtaponiendo la idea). Nos mostraba fotos de paisajes y animales, y nos pedía que dibujáramos. Mirando los dibujos, nos decía que no era éso, que teníamos que ver más allá de la imágen, que siempre hay algo más importante que lo aparente, que buscáramos las formas ocultas....
En mi casa no se hablaba de política, en la escuela (colegio privado, en el Gran Buenos Aires, con docentes y alumnos clasemedia) no se hablaba de política. Nadie decía nada. Para una de las fiestas patrias (25 de mayo, supongo) la rectora de la escuela le pide a Severi que se ocupe del decorado del escenario. Entró al aula exultante, nos contó cuál era su idea, pero nos pidió que lo ayudáramos a pensar, a diseñar, y a armar el escenario. Finalmente decidimos construír una bandera, de unos 6 metros, con retazos de distintas telas y diseños en celeste y blanco, que doblada formando un rayo sería el fondo, con palomas de Picasso recortadas en telas floreadas saliendo de los pliegues. Trabajamos durante 3 semanas en ésto (en las horas de pintura, claro) Una semana antes del acto, llegó la rectora al aula, y nos "informó" que se había enterado cómo era la escenografía, y había decidido que no se hacía. Que se pondría la bandera de siempre, y no ese mamarracho, que la bandera era un símbolo patrio, que..... Recuerdo que cuando la nombraron rectora, en el 78, nadie se explicaba cómo, esa oscura profesora de francés, había llegado a ese cargo. No tenía currículum, antecedentes, formación...Y sí, estaba para éso, para vigilar el honor y buen nombre de los símbolos patrios, para separar mamarrachos de buenos ejemplos. Como la novia de Dite, en la película, la rectora era alemana, estructurada, rígida en el pensamiento y en el trato, y servía a la causa. Severi bramaba de odio. Nos dió una brevísima explicación que nadie entendió, y terminó diciendo: "Chicos, en el país pasan cosas...acá también. Que nos prohiban una bandera cosida con recortes es parte de lo que pasa. Nos prohiben ver más allá...." Como el maitre del hotel París en la película. No podía hablar, pero no se podía callar. Vino a un par de clases más, pero estaba extraño. Después tomo licencia, y creo que no tuvimos ninguna clase más con él. Fué la primera vez que sentí que pasaba algo. Que me dí cuenta. Había pasado el mundial, había festejado, había leído algo de las campañas en el exterior, de Pérez Esquivel, pero no entendía.... Fue Severi, en ese pequeño discurso, que me hizo ver más allá. Y todo empezó a ser distinto. Empecé a buscar otros sentidos en las canciones, a leer de otra manera los diarios y revistas. Dejé de ser totalmente ingenua. Y me hizo amar la pintura, y saber que uno puede sentir pasión haciendo un trabajo, sea cual fuere. Con el tiempo, y ya siendo director del Museo, tomé clases de pintura con él, y después, .... fuí a su última muestra en el Salón Azul del Congreso. Pero no sabía que había muerto hace 3 años. Gracias, por hacerme ver más allá de lo aparente
7 comentarios:
Qué lindo cuando escribís así.
Me apasiona cuando alguien cuenta como se le corrió la venda de los ojos. Generalmente tiene que ver con espíritus sensibles , tanto para abrir la cabeza y el corazón , como para ser receptivo.
Quizá porque personalmente provengo de una familia militante, mi propia mirada es más "vieja".
Hermoso texto.
Vaya torrente de pensamientos !! Dónde irá a parar aquella joven que abandonó su sólida carrera administrativa por su mal ejemplo, digo yo !!
Del "darse cuenta" el recuerdo me resulta extraño. Tengo una memoria de fondo que me indica que la gente "sabía" - la gente de la calle, sin ningún tipo de atributo o acceso privilegiado - que algo sabía, que no todo era legal ni como se contaba en la tele.. aunque seguramente no imaginaban las cosas y los actos concretos.
-Cine y Canilla: Gracias. A veces se me desequilibra el litio y bajo la guardia.
-Resulta que tengo más o menos resuelto el conflicto con mamá y papá, (ya estoy en la etapa boomerang, donde mis propios hijos me critican el exceso de discusión política desde su más tierna infancia) y el tipo viene y me cuestiona los recuerdos... Don U, tengo que volver a aclarar que tenía 14/15 años, medio Utilísima en un frasco de mayonesa, y que en casa no se hablaba de política? Está bien que me haga la superada con la edad, pero andar recordando a cada rato que tengo treintaytrece no me parece.... (Algún tiempo después, entendí que sí había una opinión formada, y de ahí el silencio: mi viejo era profundamente gorila, y la familia de mi vieja, emocionalmente peronista). El pacto de amor: poca discusión política, y básicamente, cuando los chicos no estaban presentes. Más tarde, la tormenta...
Laura, me conmoviò la historia de tu profesor y del mensaje que fue capaz de darles por encima del silencio al que las condenaba la directora esa, infame. Para los chicos, que no se daban cuenta de lo que estaba pasando, una cosa asì los despierta y los marca mucho màs de lo que nadie se imagina. Haber censurado a un profesor que hace una bandera sobre la cual hay palomas, y para lo cual se trabaja con afàn en la clase, es tambièn un siniestro mensaje de disciplinamiento, que fue dado a los alumnos, quienes no puden ver en eso sino la imagen de la arbitrariedad. Y los chicos no son muy adictos a la arbitrariedad.
Hermoso cuento, tenías que contarlo.
Tres imágenes:
La estación de Severi en la pintura.
La estación de quilmes en los setenta.Yo estudiaba en un colegio e quilmes por entonces.
La estación de quilmes hoy. El tren que va a quilmes. El otro día fui a ver a mi hija a La Plata, que estudia allí, en tren.
Le juro que no pude ver la estación de quilmes, mcho menos la pintura de Severi
Gracias Eva. Nunca hablé con mis compañeros de ese momento sobre ésto. Hace algunos años, nos volvimos a encontrar casi todos, se contaron historias divertidas, recordamos algunas anécdotas de otros profesores, pero de Severi, nada. Algunos mencionaron algo acerca de la burbuja en la que habíamos vivido, pero muy por arriba, lo estríctamente correcto.
Charlie, hace muchos años que no voy a Quilmes, y sí, supongo que prefiero guardar la imagen del cuadro. Gracias por pasar
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