miércoles, 23 de diciembre de 2009

De por qué las mujeres vamos juntas al baño


Este post es una deuda, y la enfrento como mina que soy: acá estoy, para honrarla. Porque como me está agarrando el bajón de un año que se estiiiiiiiiiiiiiira y se estira y se niega a terminar de una vez, y una tiende a pensar gansadas, y darle vuelta a cosas pendientes, y a negarse a hacer balances, porque se da cuenta que la deuda es mayor que la externa, y piensa que empezó para atrás y termina más para atrás todavía, y….


Uno de los dilemas preferidos, atacado en extensas charlas presenciales y/o virtuales, con un queridísimo amigo que nos está dejando (un hueco grande en el corazón) tiene que ver con la condición femenina.


Ahora, que estoy haciendo un balance, (aunque haya dicho que no, pero como ya aclaré, soy mujer, y contradictoria, qué más dá, a esta altura del año no me vengan con chicanas baratas) recuerdo que nuestro primer intercambio epistolar (intercambio epistolar es mucho más interesante, clásico o “algo” que intercambio de correo electrónico, ni dudarlo!) fue acerca de Hypatia, Tomá, ni Zulma Lobato, ni Naomí Klein. Hypatia, la sabia, la política, la intrigante. Y esa primer charla, mail, va, mail viene, marcó tendencia. La cuestión femenina se colaba en cada una de nuestras charlas (que fueron derivando, bifurcándose, diasporizándose (¡!) obviamente, de la pagana sabia a por qué debía hacerle un regalo de cumpleaños a su 2da ex mujer, por ejemplo, y cuáles serían las severísimas consecuencias de no hacerlo, por algo una es una ex, y de ésto, sabe, che).


Pero el por qué las mujeres vamos juntas al baño fue un dilema que sistemáticamente me negué a abordar. Escapando por la tangente, diciendo que ese era un interrogante ampliamente superado por el paradigma hipermodernista, que era algo no-verdadero, y demás estratagemas dignas de una fémina mal llevada


Pero buéh, acá va, vencida por el fin de año, y para no quedar más renga, con saldos afectivos a pagar: Algunas de las razones por las que las mujeres vamos juntas al baño (hablando de baños públicos, o en reuniones sociales, o cuando hay mucha gente, se entiende….)


1- Cuestión cultural: desde niñas, las niñas vamos acompañadas al baño. Primero con la mamá, que nos lleva al baño en un lugar público, y nos enseña a no tocar la tabla, y nos mete miedo por los enormes males que ésto nos acarrearía: enfermedades, pestes, maldiciones se alojan en ese trozo de madera o plástico que nunca, nunca debemos rozar. (Me han contado que algunas madres, no la mía, afortunadamente, han llegado a decir que de sentarse, una niña podría quedar embarazada…..ahá)

Luego, en el jardín, volvemos a ir acompañadas, ahora de nuestras amiguitas, porque así seguimos jugando, seguimos charlando, nos mostramos la bombacha nueva y esas cosas….

Primario igual (ya dejamos de mostrarnos la bombacha tan fácilmente, pero sí mostramos nuestro primer corpiño! Y es el lugar en el que hablamos mal de otras compañeras, de lo feo que es el compañerito nuevo, de lo mala que es la maestra, y del chico que nos arranca el primer suspiro.

Secundario; igual, se muta maestra por profesores, suspiro por beso y es allí, en el baño del colegio, donde mostramos heroicas nuestro primer moretón en el cuello, ante la admiración de nuestra mejor amiga y el dedito acusador de la tercera, siempre en discordia)

Terminada la escolarización, encontraremos nuevas compañeras ocasionales en cualquier reunión que a la señal de “me levanto para ir al baño” dirá solidariamente: “te acompaño” De acuerdo al grado de cercanía/conocimiento, en el baño charlaremos de cualquier cosa, del clima, de los otros asistentes, de nuestras parejas, o de nuestras ex parejas, más adelante de los hijos, embarazo, parto/cesaria, divorcios, reconciliaciones, nuevos aires, y así.

Hasta la vejez nos acompañaremos al baño, es cultural, viste? Y siempre, pero siempre, tendremos algo que charlar (fijate si no en La Paz, el Jockey Club, la pizzería Los Maestros de Quilmes o la catedral de Salta, si una vieja octogenaria va al baño, va acompañada de otra mujer. No hay segmentación etaria ni de clase. Es comunismo de género primitivo)


2- Cuestión técnica/ estructural: los baños públicos para mujeres son diseñados por hombres. Recién hace unos años, se ve el touch de una mujer en algunos baños, pero solo algunos, y muy particulares. Si no, los baños públicos son genéricamente discriminadores.

1er detalle: tamaño: las dimensiones del cubículo son imposibles, teniendo en cuenta que lo nuestro no es bajar un cierra y hacer botellas, sino el bajar el cierre sólo es el primer paso de una larga, larguísima secuencia que incluye acrobacias varias si el piso está mojado. Y tampoco se tiene en cuenta que cerramos la puerta. Entonces, la compañera de ocasión, muchas veces se ocupa de ésto, de mantener la puertita cerrada (raras veces la puerta cuenta con picaporte/ pasador/ piolín con arandela para cerrar). Por qué queremos cerrar la puerta? Porque si no, no podemos, nos golpeamos, nos enredamos en tan pequeño espacio! Sos vos o la pueta!). Y ojo, las mujeres no competimos en el baño, así que también hay una cosa de pudor…

2do detalle: Falta de artefactos apropiados: todas las mujeres vamos al baño con cartera, como mínimo. Eso siempre que no tengamos también una campera, blazer, sweater, dependiendo del clima. Y en los baños, no hay ganchos, ni picaportes (ya lo dije) ni nada que nos permita colgar nuestra carga. Por eso, también, necesitamos una compañera que haga de equeco por un ratito. El período de tiempo se puede extender hasta el momento de lavarse las manos, peinarse, retocarse el maquillaje, porque, por errores de cálculo, las piletas siempre están mojadas, las mesadas (de existir) igual, no hay mesitas, o tablas para apoyar y nuevamente, no sabemos qué hacer con nuestro equipaje….

En muchos baños tampoco hay espejos, por lo tanto, necesitamos una amiga que siempre tiene uno en la cartera, y esto nuevamente por errores de los constructores/ diseñadores! Tampoco están bien iluminados, y nuestras carteras están siempre repletas, y nos resulta difícil encontrar cualquier cosa, si no podemos apoyarlas No es que los técnicos son prácticos por definición? Qué les pasa? No se miran al espejo? No apoyan una bolsa, una mochila, un maletín, un libro?

También necesitamos alguien que nos preste un labial, o perfume, o rimmel, o algo, pero en esto, inexplicablemente, no tienen culpa los constructores)


3- Cuestión ideológica: Finalmente, y para no aburrir, escribiré unas palabras sobre lo ideológico: las mujeres somos gregarias, necesitamos estar de a muchas, necesitamos comunicarnos, intercambiar opiniones, consejos, planificar nuestras vidas con el consentimiento y/o aprobación de las otras, aunque después hagamos lo contrario. Es entre mujeres que se definen cuestiones básicas del hogar, la oficina, el barrio, el país. Porque somos nosotras las reproductoras ideológicas, y las que (de no ocupar espacios explícitos de poder) les llenamos la cabeza a los hombres para que parezca un accidente…. Eso es verdad revelada. Por lo tanto, señores, es en ése, y no en otro lugar, donde planificamos, hace miles de años (bueh, unos cientos…antes sería en el río, mientras se lavaba ropa, pero no lo recuerdo bien) nuestro lugar sagrado, donde acudimos inconcientemente para tomar el testigo y pasarlo, donde se cocina, a fuego lento, la dominación femenina del mundo.


Listo. He dicho. Que mis hermanas me lapiden por buchona


14 comentarios:

PERSÉFONE dijo...

Laura, aplausos desde Babilonia.

Acá al water vamos solitas y dibujamos con rouge en el espejo. Si nos acompaña alguien, que sea un hombre y se atenga a las consecuencias.

No queremos que parezca un accidente. Nuestros crímenes pasionales (aun los simbólicos) son deliberados.

Las bragas ... solo para ciertos ojos. Intentamos prescindir de lo que oprime el cuerpo, porque termina oprimiendo la cabeza.

Una mirada cómplice desde la helada Moldavia, sumisa a nuestros pies.

G dijo...

La ida al baño para las minas es como la escritura en los márgenes. Si estás en una reunión social, ir al baño de a dos es como poder escribir en el borde "Pablo escabió demás" o "me tengo que comprar una bombacha nueva". Y como las mujeres, dicen los que saben, tenemos esa necesidad de andar siempre cometiendo digresiones, ahí está, expectante, ese espacio construido para tal fin. Que hacer pis, después de todo, es lo que menos importa.
Saludillos, Laurinha, y buen año para tí.

mariajesusparadela dijo...

Nadie debería reñirte por decir la verdad. Sobretodo en cuanto a las carencias de los baños femeninos.
Claro que hay algun motivo que te has callado. Y has hecho bien.

Cine Braille dijo...

¡Yo pensé que se llevaban a la amiga más venenosa para evitar que dijera barbaridades sobre una in absentia! Un beso y póngale pilas al fin de año, Laura,: no es la única que llega con lo justo.

Laura dijo...

Perséfone: Bienvenida! Entiendo y celebro las costumbres babilónicas. (Que también de particularidades está hecha nuestra historia!) Pero si alguna vez necesitás ir al baño a charlar, o llorar, o maldecir, sólo haceme un gesto, la cartera la tengo preparada.
Gra: Ah, cierto, también era para hacer pis! Muy interesante la analogía con la escritura en el margen, es cierto, para eso están los márgenes y los baños, al fin y al cabo.
buen año y felicidades para vos también.
María Jesus: Así es, para contradecirnos, para cometer disgresiones y para callar algunos secretos estamos hechas las mujeres de todo el mundo. Y para apoyarnos....
Cine: Eso hacen las que tienen la conciencia sucia! Sabe bien que no soy de esa calaña! (cuac)
Beso y felicidades, vamos que se termina.

Cine Braille dijo...

También se pueden llevar a la que sabe más secretos de una: sería algo así como proteger la información confidencial.

Laura dijo...

Cine: eso hago al no responder a su comentario (ya se dijo en comentarios anteriores que hay cosas que no se cuentan, aunque sienta un gran afecto, pero pertenece al otro género, mis dedos estsán sellados)

rene orlando dijo...

Increíble. Y después hablan de la complejidad de lo cuántico...

Laura dijo...

Ah, claaaaro!, física cuántica física cuántica...pssssssssst, na que ver

Andreika dijo...

¡Muchas felicidades, Laura!

Laura dijo...

Felicidades para vos también! Un abrazo, y dale, que te quiero leer....

Luigi dijo...

Me he reido un buen rato; entiendo que hay razones practicas (como las del espacio, el piso mojado, las carteras, etc).
Pero de todas maneras, aunque hubiera baños enormes, secos, con miles de comodidades, ustedes seguirían yendo de a dos (o tres) al baño!!!
MUJERES! uno a esta edad ya no intenta comprenderlas, solo apuesta a pasar momentos agradables (sin que nos sopapeen mucho jijijiji)
Abrazo!

Laura dijo...

Luigi: exactamente, no es el tamaño (del baño)lo que define la situación, sino espíritu gregario y conspirativo!
Me encanta que te hayas reído, ese es el punto principal
Un abrazo

LauraGalletita dijo...

Dato aparte: cada vez que voy a un lugar, sea restaurante, boliche, barsucho, supermercado, salon de fiestas... en fin, Lo primero que miro es el baño. Si está bueno no problem. Ahora, si está roto, sucio, maloliente, vaporoso... ay, mamita! No me aguanto ni yo. Automaticamente dejo de tomar enserio lo que se haga en ese lugar, sería como una dimensión paralela. Le pierdo totalmente el respeto, todo me parece una burrada... hasta la gente, y me deliro pensando "mirala a esa, toda arregladita y usa ese baño repugnante..." o "todas sabemos que el baño repugna y nos quedamos...? ¡¡¡¡ME VOY!!!!" Jejeje!
Y si, casi un 100% de acuerdo, Lau, sólo que no aguanto más de tres minas juntas, sin contarme... no sé bien qué es lo que me pasa, pero me dan unas ganas de salir rajandooooo, y como el baño es población femenina 100x100 no duro mucho ahí. Fobias, supongo :p

Abrazo!