lunes, 26 de julio de 2010

Huairas

Las Huairas eran hornillos de viento para fundir metales usadas en la zona incaica, sobre todo para fundir plata, pero que los Calchaquíes emplearon para fundir su bronce.

“El metal de la plata se saca del Cerro Grande como atrás se ha dicho; en el cual hallaron á los principios mucha dificultad en fundirlo, por que no corría, sino que se quemaba y consumía en humo , y no sabían los indios la causa aunque habían tratado otros metales(. ...)

Templando así el metal, lo fundían en unos hornillos portátiles, á manera de añalfes de barro.

“No fundían fuelles, ni á soplos con los cañutos de cobre como en otra parte dijimos que fundían la plata y el oro para labrarlo, que aunque lo probaron muchas veces nunca corrió el metal ni pudieron los indios alcanzar la causa, por la cual dieron en fundirlo al viento natural. Mas también era necesario templar el viento como los metales, por que si el viento era muy recio, gastaba el carbón y enfriaba el metal y si era blando no tenía fuerza para fundirlo, por esto se iban de noche á los cerros y collados y se ponían en las laderas altas ó bajas conforme al viento que corría poco ó mucho parta templarlo con el sitio más o ó menos abrigado.

Era cosa hermosa ver en aquellos tiempos, ocho, diez, , doce, quince, mil hornillos arder por aquellas alturas. En ellas hacían sus primeras fundiciones, después en sus casas hacían las segundas y terceras con los cañutos de cobre para apurar la plata y gastar el plomo1” .

Esta descripción sobre los métodos de fundición Calchaquí (una no se priva de nada!) me hizo acordar al texto de Galeano, el del mar de fueguitos..... :

“Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.

No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende. “ (El mundo, Eduardo Galeano)

Tal vez el hombre del pueblo de Neguá, vio desde el cielo un cerro Calchaquí. Me pareció hermosa la imagen de un cerro con 10.ooo huairas ardiendo, fundiendo bronce, plata, produciendo tejos : “el indio fundidor para guareceser, estábase alreparo de una paredilla sobre que sentaba la guaira, y derretido el metal limpio de la escoria, sacaba su tejo de plata y veníase a su casa muy contento; y a este paso de noche este cerro era todo luminarias de Guairas “....

Hablando de huairas,y de fuegos que arden la vida con tantas ganas...hoy, 26 de julio habrá un cerro iluminado por huairas que funden la historia, una marcha de antorchas. Si Evita viviera iría a su marcha. O tal vez, se acomode en el cielo junto al hombre del pueblo de Neguá a contemplarla.


4 comentarios:

Paluchax dijo...

Muy lindo Laura...yo en esta ocasión me pondré en el papel de fueguito trataré de arder mientras recuerdo.

Beso grande!

Anónimo dijo...

¿Eva Perón?
Los peronistas me tienen podrido, de alguna manera siempre terminan en los mismo, esto es, el tetra, el chori y la evocación de las figuras cúlmines del peronismo: Eva y el General, es una injusticia que se olviden de López Rega e Isabelita. Repugnante.
(Alcides Acevedo)

Cine Braille dijo...

Y bueno, hay gente cuyo fuego se alimenta de la bronca que le producen otros fuegos. No es una vida envidiable ¿no?

Laura dijo...

Paluchax: también tomé el lugar de fueguito que recuerda...Un abrazo
Alcides Acevedo. Repugnante, la verdá...
Cine: para nada, esas vidas se consumen totalmente al pedo. Abrazote