martes, 6 de julio de 2010

103

Entre los miles de objetos inútiles, boletos usados, tickets de súper, boletas pagadas y cuentas a cobrar, tengo en la cartera un espejito que me trajeron de México.

En realidad, son dos espejitos que se abren como libro.: el de la izquierda, refleja los objetos tal cual se muestran. El de la derecha, los muestra aumentados. El entrecejo fruncido, la sonrisa, la tristeza en los ojos o la esperanza se agigantan, escapan al tamaño normal, estallan en la retina en su devolución instantánea. Pero lo más mágico de este espejo es cuando lo cierro. Porque ahí, la imagen que me devuelve es la de Frida. Un esmalte de la Kahlo, igualito al que inicia este post.

Entonces, en ese momento, todo cobra otra magnitud: la sonrisa y la esperanza se hacen más profundas, el entrecejo se distiende, las nubes de los ojos se disipan… Esa imagen me cambia la perspectiva. Esa mujer que me mira desde el espejo cerrado me indica que nada es tan terrible, que no hay dolor que impida seguir adelante, que hay que aferrarse con pasión a la vida, a las ideas, al amor, a lo bello. Y que hay que disfrutar mientras dure.

Por eso, en su 103 aniversario, le rindo este pequeño homenaje. Porque me dice que todo dolor se sublima en el arte, en lo bello, en la defensa de las ideas. Porque la admiro, y chaupinela.



2 comentarios:

vodka dijo...

si esa mujer no hubiera existido, nuestro deseo la tendria que haber inventado. La deseada, la dolorida, la transgresora, la que supera sus dolores con el arte. La bella Frida. Es como una prologancion de nuestros pequeños dolores del cuerpo, de nuestras ganas de ser mas. Una madona, por eso sirve. Organiza eso indecible que nos habita.
lindo post y las imagenes increibles.
gracias laura.

PÁJARO DE CHINA dijo...

Laura, yo también tengo un espejito así, con Frida. En realidad, varios espejitos, con varias Fridas, así, que son una sola. La amé desde que la conocí.
Me conmueve cómo te pinta, tan visceral y coherentemente, cada una de tus entradas. Entradas-Frida.

Un abrazo fuerte.