Una ménage à trois entre cualquiercosas cotidianas, sinsabores y sinsentidos de la política que nos ¿merecemos? y cuestiones recontra erudictas, che! (¿es erudictas o erudiptas?)
sábado, 21 de marzo de 2009
Feliz primavera!!!!
Aclaración: ante un correo indignadisimo de una señora/señorita María (???), acusándonos de imprecisiones conceptuales e históricas (!!!!!!), dejamos expresa constancia que este post es solo un sanateo, la expresión lúdica de una tarde de embole, No existen imprecisiones, sino simplemente sarasa, verso, hueveo.No fue tampoco la intención de producir un nuevo affaire Sokal, ni desprestigiar a las ciencias sociales (mi abuela me enseño a no escupir al cielo!!!)...Sin ser especialista en la materia, me permito además sugerir un cambio en la medicación de la señora/señorita María- La historia nos absolverá...
Ni San Patricio, ni Halloween, ni San Valentin, ni acción de Muchas gracias de nada... para ser un verdadero, verdadero tilingo, hoy hay que festejar el comienzo de la primavera. Y pensándolo un poco, tal vez sea esta la única explicacion del cambio climático! Para poder decir que hoy, 21 de marzo, en el culo sur, se festeja el comienzo de la primavera, hay que hacer unos retoquecitos en el clima....Y que no puede el dinero y la fama, eh? Y para festejar a lo grande, iniciamos una sección en tándem con el amigo Cinebraille desde Mar del Plata, producto de una tarde de aburrición, y correo va, correo viene, presentamos...
ERUDICIÓN AL PASO: HOY, EL RITUAL DE PRIMAVERA
¿Cuál es la primera civilización que festejaba el día de la primavera? ¿Cómo llega ese festejo al siglo en el que vivimos? Es decir ¿con qué cambios? ¿Por qué el día del estudiante se festeja en esa fecha? Ésta, y muchas otras preguntas similares son abordadas por un conjunto de expertos y eruditos, quienes intentan dar alguna respuesta acerca de los grandes interrogantes de la actualidad. Aquí ofrecemos un pequeño resumen, que sintetiza un sinnúmero de conocimientos y abordajes multidisciplinares, recortados, también, por las distintas tradiciones teórico-epistemológicas
Se podría mencionar a las famosas venus magdalenienses, talladas en piedra granulada para explicitar los efectos de la primavera en el cutis. Se sabe que las venus magdalenienses eran parte de los ritos de fertilidad, cepilladas comunitarias que se hacían para acabar con el granulado (también conocido como "pornocos").La fiesta de la primavera estaba relacionada con los ritos de la tierra: se llamaba tierra (o tierrita) antes de saberse de la existencia de los ácaros, que provocan la rinitis primaveral, lo cual agravaba notablemente el cuadro antes descripto del cutis con "pornocos", ya que la rinitis provoca el enrojecimiento de la nariz.
Se supone que los primeros papeles datan de esta época, ya que eran necesarios para limitar el intercambio de fluidos (ya de por sí importante en la primera parte de la ceremonia). Así vemos cómo cosas que parecen muy modernas, como los pañuelos de papel tisú, acompañaron desde siempre al hombre en su evolución.
Como señalara James Frazier en "La rama dorada", los pueblos indoeuropeos que llegaron a Europa a través de las estepas rusas en los tiempos del Período Aziliense Superior (llamado Fidelpintosiense en Sudamérica) adoraban al sol y tenían una estructura social de tipo patriarcal. Los pueblos neolíticos colagogos asentados en Europa Occidental en el momento de su llegada, por contraposición, tenían una estructura de matriarcado y adoraban a la Triple Diosa de la Luna (ver "Rey Jesús" de Peter Graves). Esta diosa representaba el principio femenino y a la vez el mar y la noche, y se la conmemoraba en bacanales orgiásticas y alcohólicas hacia la fecha del equinoccio de primavera. Graves ha argumentado convincentemente que estas orgías constituían un rito de fertilidad, y más aún, ha llegado a afirmar que, por esto mismo, la simiente de los hombres participantes en la ceremonia debía acabar en la tierra. Esta costumbre es tal vez la razón de que dicho pueblo se extinguiese, y de allí provendrían las reconvenciones bíblicas contra los adeptos al vicio de Onán de Pergamino.
Rastros de esta ceremonia se hallan en los menhires de Pilsen o Plzeñ (Rep. Checa), cuya antigüedad se estima en 5 mil años antes de Mirtha Legrand (o sea, como 14 mil años, en pleno Período Clitoridiense).
En las antípodas de esta posición teórica, encontramos la explicación dada por la reconocida antropóloga y lingüista posestructural-feminista Mary Doglas Adams, quien sostiene que la razón que la decadencia de esta cultura debe buscarse en la última etapa del período nombrado por Graves, es decir, el Clitoridiense tardío.
Sostiene la antropóloga, que en los primeros tiempos del período, (Clitoridiano o Clitoridiense precoz) se produjo el encuentro entre los pueblos indoeuropeo (patriarcal) y neolítico colagogo (matriarcal) comenzando una etapa de grandes tensiones sociales, que se manifestaban con distinto grado de agresividad, dependiendo de la estación del año. Así, durante la época primaveral de los primeros años el territorio se convertía en un verdadero campo de batalla, donde hombres, mujeres y niños participaban de terribles golpizas de todos contra todos, no encontrándose fidelidades familiares, de clan o de grupo étnico. Con los años, se logró canalizar esta particular agresión primaveral en distintas actividades grupales, distinguidas por grupos etarios. Así, los niños, eran llevados a recorrer las zonas cercanas a los ríos, donde aprendían los rudimentos de la pesca, comenzaban a nadar, y participaban de competencias acuáticas, para sobrellevar el “brote primaveral infantil”.
Los niños y niñas mayores de 12 años emprendían un viaje iniciático a la selva. Empero, no se han encontrado descripciones de estos viajes: es una de las incógnitas que la ciencia debe develar aún.
En cuanto a los adultos, lograron aliviar las tensiones primaverales entre los dos pueblos a partir de la organización de rituales de intercambio de pareja, es decir, comenzó en este momento la exogamia clánica (práctica swinger, al decir de John Garlic Cloves) donde hombres indoeuropeos convivían por el período primaveral con mujeres colagogas y viceversa. Y la residencia de la nueva pareja formada se fijaba en un lugar equidistante de la residencia habitual de los dos miembros. Comenzado el verano, cada hombre y mujer volvía a su familia de origen.
La época de apogeo de esta civilización se dio en el período denominado como “crisol de razas” donde los límites étnicos entre ambos grupos se tornaron difusos, con familias compuestas por varios hombres, mujeres y niños.
Acerca de cómo se ha difundido esta festividad en el continente americano existen múltiples y controvertidas teorías
Según el Arqueólogo nigeriano Tumb´a Te N´anegra , esta peculiar celebración no sería originaria del “Nuevo” Continente (las comillas son imprescindibles, aclara el N´anegra, ya que indica la relativización crítica de la categoría hegemónica eurocentrista). La penetración de la práctica se habría dado a través de incursiones preliminares a la Gran Polinización, protagonizadas por aventureros navegantes de la costa este de África, que, equivocando el recorrido prefijado por el Oráculo de Délfor de Medina, llegaron a las costas del actual territorio brasilero luego de 19 lunas y 500 soles, debido a la inaudita frecuencia de noches nubladas y de tormenta sabinera. La llegada subrepticia se produjo milagrosamente, en momentos de extrema flaqueza física y moral de los 69 navegantes, quienes ya no contaban con alimentos ni líquidos decentes que ingerir y habían rotado varias veces por los distintos camarotes de la barcaza de troncos atados. Quien oficiaba de capitán (el capitán primigenio habría abandonado a la tripulación siguiendo una manada de delfines voladores hembra) llevaba ya casi dos semanas en un estado de extasiado sopor, sentado, como quien otea el horizonte, en el megalito tallado que llevaban como protección contra el beganismo incipiente.
El desembarco (desembarcazación, según nota al pié en los originales de Tumb´a te) se produjo entonces en medio de gritos de júbilo y alegría, del tipo: “Júbilo!”, “¡Alegría!” tanto de los extenuados tripulantes, como así también de los habitantes autóctonos, que estaban celebrando exóticas danzas en las doradas playas de Guarda la Vara, actualmente denominada Guanabara, por las simultáneas interpretaciones y ejercicios hermenéuticos de los eremitas norteños, quienes lograron descifrar registros inexistentes de la época.
Cuenta el reconocido arqueólogo que el encuentro entre culturas produjo entonces una festichola descomunal, posible de reconstruir a partir del conocidísimo y nunca bien ponderado sitio arqueológico de Banananãotemcarozinho (o por su nombre guaraní, Piripipí Pirá) que muestra, en sucesivas capas, extraños artefactos que habrían sido utilizados durante la celebración, que se estima duró desde septiembre del año 1 de la llegada hasta el mes de septiembre del año siguiente. Sabemos que en el mes de septiembre coincide con la llegada de la primavera en el hemisferio sur, y de ahí surgió el lema “todo el año es primavera”, con variantes local que aparecen en nuestros días bajo la forma de “todo el año es carnaval”, rememorando, tal vez sin saberlo, aquel épico suceso.
Nota: La Gran Polinización... Es cierto, se hacía abuso de sustancias como el ácido litúrgico, al que se destilaba dejando tres días una sandía en un recipiente de vino tinto. El Gran Shamán Omar desarrollaba en dichas ceremonias rituales curativos como la separación de siameses hijos de diferente madre. Esto lo narra Homero Adamo, el gran rapsoda de Rafael Calzada, citando el irreprochable volumen que Erich Von Däniken dedicara a la posibilidad de que Jesús no haya muerto en la cruz, sino que aún viva y tenga una cadena de polirrubros en Lansing, Michigan, y sea fanático del aladelta. Lamentablemente no recuerdo el nombre del libro; agradeceríamos la información si alguien lo sabe. Cordiales saludos.
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2 comentarios:
¡Parece que el saraeso nos salió bastante verosímil! ¡Ya estamos para la gran prensa entonces!
Pensándolo bien, paso.
uh largo
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