sábado, 5 de febrero de 2011

el perfume




Ver para creer…

Ojos que no ven, corazón que no siente…

La prepotencia de la imagen. Nos entra por los ojos e impregna, se expande, coloniza…

Una imagen vale más que mil palabras…. Y? qué ves cuando me ves? Qué pensás cuando mirás?


UUUUUUUUUUUUUUUH! Mirá, mira! Qué culo!...

Fua! No viste cómo se hizo mierda contra el poste?

Y seguis caminando como si lloviera… La inmediatez, el segundo, y luego la nada.

Ya hace como casi quince años, el tano Sartori decía que existe una preponderancia de lo visible sobre lo inteligible. Que el «homo sapiens», producto de la cultura escrita, se estaba transformando en un «homo videns», para el cual la palabra es anulada por la imagen., se ve sin entender, se empobrece el pensamiento abstracto, igual que las ideas claras y distintas. En este sentido, la televisión tiene un papel preponderante, ya que la imagen tiene que ser explicada, y la televisión da explicaciones insuficientes y distorsionadas. Si la televisión explicara mejor, se podría producir una integración positiva entre «homo sapiens» y «homo videns». De momento, no hay integración, sino sustracción y, por tanto, el acto de ver está atrofiando la capacidad de entender. Pero La televisión, en la actualidad, está en cierto modo obsoleta, ya que las nuevas fronteras son Internet y el ciberespacio, y bla, bla

Bien. Ahora yo agrego: a esta altura de la soirée, esta obsolescencia está superada. La tele está integrada al ciberespacio, pero sigue faltando algo… Qué tal si pensáramos en la posibilidad de “transmitir olores? Eh? Porque la imagen se va, pero el perfume queda. Y a través del olor, revivimos. El olor te transporta inmediatamente a la situación. El olor recuerda. .. No existe forma más sencilla para transportarnos a espacios y tiempos vividos que a través del olor. Sea cual sea el contexto, o no?

Poneme en la situación más exagerada, más alienada y acercame a un jardín con glicinas, si no…Al segundo estoy en el jardín de mis abuelos. No hay forma de escapar a eso. Huelo glicinas, que, por alguna razón de modas o malgusto, no abundan, más bien escasean en Buenos Aires y recuerdo ese jardín, a mis abuelos, a la tortuga, el conejo y el gallo que andaban sueltos, y se inicia la catarata de sopa, leche con pan y manteca, los ojos buenos de mi abuelo, los achaques de mi abuela, y así…

El olor recuerda y se emociona, te cambia el humor. Llegar a mi casa y oler jazmines me alegra el día. Cuando ando muy para atrás, (y tengo tiempo, claro) me voy a tomar un café a El gato negro, simplemente porque entrar y oler toda esa mezcla de especias en ese almacén perfumado me tranquiliza, me baja un cambio…

También me pasa al revés: si se habla del 19 y 20 de diciembre, por ejemplo, inmediatamente huelo a goma quemada primero y a ese gas que nos partió la garganta y la cabeza…

Por eso, no desdeñemos el olfato, señores! Los olores son una excelente carta para apelar al recuerdo, para desencadenar pensamientos, sensaciones. El olfato no traiciona. Pero claro, ante la prepotencia de la imagen…Fijate que no hay forma precisa de describir un aroma: Cómo contar a qué huele una glicina? Dulce no es, ¿fresca?, ¿picante? ¿emocionante? ¿amable? No describimos los olores, los sentimos y punto. Si no lo oliste, te jodés. Es parecido a….al olor a glicina! Y el olor al asado? Olés asado y tenés hambre. Empieza a bombear la panza, la saliva se pone nerviosa, pero nuevamente: Cómo huele el asado? Rico no es un adjetivo para un aroma. Intentalo y vas a ver,(je, otra vez la vista) mientras olés un café : no es sencillo describirlo (tampoco el del café que estás tomando)

Y buéh, ya vendrán generaciones más sensibles, que le den el lugar que se merece a ese sentido tan generoso, que nos inunda de recuerdos, de estados de ánimo. Y que también nos alerta. Porque si algo huele a podrido, enseguida paramos las antenas…

Ahora: Sentido traicionero, el tacto, che. La piel no avisa. Si no, contame cómo, de zopetón, sin que pase nada, sentís ese calorcito y ese dolor justo ahí, donde dejó la última caricia…


N de la R: Post inspirado y apadrinado por la perfumada María Jesús, que no para de provocarnos

8 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

El tacto será el siguiente ¿no? y ya podrás contarnos la historia de esa caricia que se quedó..¿donde dijiste?

Es verdad los olores no se olvidan pero o los conoces o no hay quien pueda explicarlos. Supongo que como los colores para un ciego de nacimiento.

felicitat dijo...

Que entrada más bonita y más trabajada. Es cierto, que el olor es un trasmisor inmediato. A mi también me gustaba mucho el olor de casa de mis abuelos..., y también me cambia el humor el olor, sobre todo el café, seguro que lo tomo sobretodo por su olor, y luego su sabor... Besos.

Esilleviana dijo...

María Jesús y sus excelentes propuestas... pensaré en algo para acompañaros.

El olfato, tan ignorado y poderoso a la vez. El olfato consigue asociar olores a recuerdos al igual que el sentido del gusto. En determinadas épocas del año, sobre todo a finales de primavera, el olor a río y los arbustos que hay alrededor (no recuerdo el nombre) me recuerdan a mi infancia, cuando marchábamos al río a bañarnos y aquel olor era muy intenso. Afortunadamente, ningún mass media ni las NNTT o MAV han conseguido reproducir esa dulce sensación, por tanto, habrá que profundizar en los sentidos y disfrutar de ellos para adquirir mayores datos de todo lo que nos rodea, no solo centrarnos en la imagen y el oido, hay más sentidos por los que aprendemos.

Me gustó mucho leerte, es siempre muy interesante.

un saludo.

ARO dijo...

Una entrada muy ajustada a esta semana de la nariz. Es verdad que los olores nos retrotraen a los momentos en que alguna vez los percibimos y formaron parte de una grata o ingrata experiencia. Y desatan una serie de sentimientos con respecto a lo que fue vivido y vuelve envuelto en el olor. Linda entrada.

Cine Braille dijo...

Laura ¿desapareció el blog de Ulschmidt?

Carmela dijo...

Qué buena entrada. Completísima.
Interesante lo del " homo videns".La palabra anulada por la imagen . Tal cual!
"Al ver sin entender se empobrece el pensamiento abstracto"."El acto de ver atrofia la capacidad de entender".Ilustrativo.
Lo del 19 y 20 de diciembre sigue oliendo mal en el recuerdo .
El olor de las glicinas es revitalizante!Hermoso post!
Besos.

Piotr Satanowsky dijo...

Y si, somos videns, no hay nada que hacerle ¿para cuando foto del culo de la autora?

Vigo dijo...

Las glicinas son desde luego hermosas aunque no se a que "narices huelen". Siempre oí hablar de ellas en libros y sólo las vi en fotos. :(

Veo que Braille vino con la misma duda: ¿qué ha pasado con la sociedad carnotista? ¿Lo sabe usted Laura?

Diablos Ulschmidt ¡Manifiéstese!