En este post, Nilda (la otra) da un certero patadón al paladar. Y es algo que vengo pensando hace un par de semanas, después de ver la película Preciosa, película para ver con preservativo, sin dudas.

Porque viéndola te podés dejar llevar por los exabruptos de violencia, los golpes de efecto, la historia terrible de una mujeraza de 16, que a esa edad ya ha pasado por todos los castigos y lugares comunes por los que puede atravesar todo el género junto a lo largo de la historia. Es demasiado, piensa una pequeñoburguesa. Cómo se puede ser tan ignorante, tan analfabeta? No es creíble, responde otra….

Pero no, hay miles de Preciosas, y cada una de nosotras tiene algo de ella, o de la historia que se narra….Porque cada una de nosotras ha callado miles de veces hasta que se animó a hablar, cada una ha tenido que aprender a reír, a soltar la alegría o la ironía sin miedo a ser señalada, aprendió a contestar, a plantarse, a argumentar, a poner límites. Cada una ha tenido que aprender a cargarse los dos hijos al hombro y salir al mundo, ha acompañado a un amigo o familiar en problemas, se ha hecho cargo de enfermedades. Ha desarmado prejuicios, ha dejado de señalar como puta o como torta a otra mujer,

Y ha sufrido abusos, violencia, gritos en pequeñas o grandes dosis. La diferencia está en las respuestas. Las pequeñoburguesas lo ocultamos, nos avergonzamos, nos psicoanalizamos, y cuando podemos, damos el zarpazo, nos vengamos, puteamos, salimos a tirar piedras, aunque muchas veces, callamos. Siempre estamos buscando el por qué, y cuál sería la mejor salida, la mejor respuesta, sin encontrarla, pero buscamos, en eso está nuestra redención.

Las Preciosas posta lo apechugan, como pueden, pero siempre terminan haciéndole frente, o muriendo en el intento. Y saben cuál es el límite.

Nosotras no, Nosotras somos capaces de opinar de todo, pensamos que todo lo podemos resolver, damos consejos, damos charlas de violencia familiar, explicamos por qué no se puede tolerar un golpe, por qué no es ético, ni humano, ofrecemos teléfonos de ayuda, armamos una salita, damos talleres.….

Las Preciosas posta te dicen: Tenés razón. Pero cuando vos te vas, quien enfrenta a mi marido, mi viejo, o mi hermano soy yo. Y las palabras derechohumanas me las mete en el culo a la primer patada. Y mejor, andate ahora, porque en un rato llega y no quiero que te vea….Y llevate la tabla nutricional, porque tengo fideos para dos semanas. Más adelante te la pido…

También opinamos sobre los hijos. Podemos explicarle a una Preciosa posta por qué no tener tantos hijos, que la educación, que la alimentación, que vos misma no te podés hacer mierda con veinticuatro hijos, y una Preciosa posta te puede decir: a mí me gusta tener hijos, me hace feliz.

Y entonces te desarmás, y te bloqueás, te sentís inútil como la trabajadora social/Mariah Careymorocha. Llena de buenas intenciones y esquemas burocráticos que tienen una respuesta a cada conflicto, pero esa respuesta es de multiple choice, no es personalizada, ni ahonda en la historia, ni sirve para nada sino para sacar la culpa y la impotencia de las Mariah Carey que somos un poco todas.

Y también somos las maestras, que hacemos lo que podemos, también con buenas intenciones, buscando, conteniendo, enfrentando los problemas con las pocas herramientas que tenemos a mano....Y en casa armamos un mundo paralelo

Nada, eso. Quería escribir eso. Por ser una Preciosa pequeñobruguesa contradictoria, pero con ganas, y que sigue buscando. Listo