lunes, 8 de febrero de 2010

Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno........plop!


-LA PLAZA DE LA VICTORIA EN 1867-

Venimos de acá acá, acá y acá, en ese orden, por si las moscas....

Las reuniones nocturnas en Corrientes 974 empezaban alrededor de las 7 y se finiquitaban a las 11. En ese espacio de tiempo, los muchachos bookaristas daban el parte de los avances, las tareas realizadas, y tomaban nuevos desafíos.

Hacia el mes de noviembre, los conjurados de la calle San José volvieron a las andanzas (y no, no aprenden, che!) y buscaron una alianza con los bookarts. Portazo en la nariz fue la respuesta, y además, para que aprendas, te mando vigilar...

Mientras tanto, en la baticueva...(ah, no eso era de otro lado!) Volvamos: mientras tanto, el presidente Avellaneda era amenazado anónimamente a cada paso, a cada hora, a cada respiro, la intranquilidad brotaba de los adoquines (en los pocos adoquines que había...ahora hay muchos menos, Macri los vendió a los franceses. Después nos quejamos que no hay exportación....)

En el paisito del otro lado del charco, los yorugua se daban sin asco: blancos y colorados en guerra civil agregaban complejidad al panorama regional. Agentes y comités operaban en Buenos Aires, se cascoteaban como en casa así que no eran tiempos para hablar de amor....

Tanta maroma le venìa de perillas a Juan G (a río revuelto, ganancia de relojeros truchos): sumaba muchachada, desorientada por el tumulto y desesperada por el hambre: siempre es sano tener una utopía aunque quepa en un bolsillo agujereado.
Gente dispuesta había, lo que no aparecía ni en daguerrotipo eran los mangos. Y sin vil metal, no hay armas. Sólo algunos revólveres y puñales no eran suficientes.
No pudiendo sacar préstamos bancarios (aunque lo intentaron, pobres ilusos!) entonces, con la imaginación como bandera, inventaron subscripciones secretas, bailes, donaciones. (No, no era un viaje de egresados, era más serio, era de revolución la cosa!) Un enamorado de la causa donó una tropa de carros. Con la venta, compraron elementos para fabricar bombas de Orsini.


Hubo quien propuso robar en casas de familias pudientes, pero no, no era noble y sí muy peligrosa la táctica, así que nop, moción rechazada
Algunas pocas bombas de Orsini construídas a escondidas completaron el reducido arsenal. A puro coraje, finalmente, consiguieron algunos Rémington, y decidieron entonces que parte del plan revolucionario consistía en apoderarse de las armerías, transportar el botín inmediatamente, en medio del barullo, a la Plaza de la Victoria en carros, y lixto calixto.

Con el paso de los días, seguían afiliando a lo loco (sin mucha reserva): uno de esos días de lujuria, afiliaron a 11 españoles de Cartagena que recién pisaban Buenos Aires y no entendían ni jota. Intentaron también sobornar a oficiales del ejército pero les deben haber ofrecido poco porque no agarraron, y además, trataron de extender el movimiento a las afueras de la ciudad, enviando comisionados.

En visperas del estallido, juntaban alrededor de 2.500 hombres (1.200 italianos y 400 catalanes -de españoles no tenemos datos, Ma Jesús-).Desde los Corrales y Paso de los Bustos se sumarían otros 2000.

Una banda blanca sería la identificación de los conjurados en el medio de la polvareda, y los jefes de grupo se distinguirían con una banda blanca y azul..También se lanzaría un manifiesto, impreso con los tipos de un periódico italiano.

Con ustedes, el Plan de ataque:
Las 2 de la tarde es la hora señalada para que todos los grupos armados salgan a la calle.
Deffeu, ataca el Departamento de policía con 300 hombres.
Torrent y Sobrefen: Casa de Gobierno. Los jefes catalanes darán la orden para que hombres ubicados de antemano en corredores y patios se lancen sobre los pabellones de la guardia, en el patio principal. Con un disparo indicarán el momento de precipitarse en el interior de la Casa de Gobierno, al grito de "¡Abajo el Gobierno! ¡Viva la revolución! ¡Viva el Pueblo! "
Si los ministros se atrincheran en el despacho presidencial, cerrando las puertas, le metemo bomba de Orsini, le metemo...arrojandolas por las ventanas que dan al Paseo de Julio.
Alsina, Ministro de Guerra, debe morir en el acto en su despacho, o al salir, mientras se arrojan bombas contra la Inspección General de Armas, lugar en el que se reunirán seguramente varios jefes y oficiales del Ejército
Simultáneamente, varios cuerpos de caballería atacarán las comisarías de policía, aislándolas del Departamento Central y la Capitanía del puerto.
La Plaza de la Victoria (donde se estarán recibiendo las armas recuperadas) debe ser sostenida a toda costa.
El Banco Nación y el de la Provincia serán asaltados para disponer de recursos (je) para gratificar a los combatientes.
Los conventos, incendiados; las monjas sacadas a la calle, el Arzobispo Aneriros degollado como pollo y colgado frente a su palacio, y se pasará a cuchillo a todo clérigo que se cruce y se haga la cruz...Para completar el cuadro, será necesario secuestrar a personas acaudaladas para imponerles contribuciones, y en caso de necesidad, pasarlos también por cuchillo...
Pero previamente, y para que el plan sea posible, antes de toda la batahola será necesario "adormecer" o envenenar en los cuarteles a las tropas que no estuviesen convencidas o sobornadas (que no es lo mismo, pero a los efectos prácticos, no vamos a andar con sutilezas) Los cocineros de los cuarteles colocaran en la comida y el café las sustancias pertinentes.
Con el triunfo en el aire, (son los problemas de los planes, no tienen una secuencia cronológica, van y vienen en el tiempo y los espacios, como residuo del brain storm....) se comunicará a los Jefes de Frontera que ha triunfado la revoluta en la Capital, se les ordenará no moverse de sus acantonamientos, las líneas telegráficas serán cortadas, y se bloquearán los celulares (bah, en línea de frontera seguro no hay señal...)
A los tres días del Gran Día, y durante los cuales se castigará a todos los "grandes culpables", el pueblo argentino y extranjero (seguimos discriminando después de la revolución?) será convocado para nombrar autoridades provisorias y disfrutar de "esta primera y grande revolución que debía limpiar de malvados a la patria"

Muy lindo el plan, pero para mediados de noviembre seguían sin reunir los patacones suficientes, los ánimos se sobresaltaban, la sangre bullía y andaban todos con ganas de salir a los tiros igual.

Cuando las condiciones subjetivas están así de maduras, sólo hace falta un buen cristiano que se acerque, te sobe el lomo, se emocione con la idea de libertad y venganza, y ofrezca una fuerte suma de dinero a cambio de ser incorporado a tan exquisito club, silbando bajito "hoy un juramento, mañana una traición..."
Bookart recibió con alfombra roja al portador de la carta de triunfo, aceptó las condiciones, le tomó el juramento junto al puñal, pero no leyó la letra chica del cheque. El acaudalado era un agente especial. A la noche siguiente, cayó la cana al bulín de la calle Corrientes, .....

(ahora sí, se viene el último capítulo. Convengamos que se hizo largo, pesado, pero no podía largar sólo ésto. No me salia, soy muy insoportable, me agarra el fervor por el dato, por el contexto, y así, solito el pobre Bookart, parecería mucho más increíble, tal como me pareció a mí al principio. Como venimos con la amansadora de la historia previa, ahora sí se dibuja como el último acto de una saga de triquiñuelas, ajustes de cuentas y un poquito de conspiración....)

2 comentarios:

Paluchax dijo...

eehh,pero lo hacía mas pillo a Bookart, supongo que tendrá un as bajo la manga. Por favor! Siempre es mejor desconfiar!!por lo menos al principio...Saludos!

mariajesusparadela dijo...

Gracias por la aclaración...me sigue encantando (y a los catalanes más)